domingo, 14 de marzo de 2010

ADAPTARSE. COMEDIA. EN TRES ACTOS.

AUTORA: CRISTINA BARLA

PERSONAJES


ALBERTO………………….ESPOSO DE VANESA


VANESA

…………………

.ESPOSA DE ALBERTO

MARIA PÍA………………...AMIGA DE VANESA


MARISA…………………….AMIGA DE VANESA

CACHITO……………………HIJO DE VANESA

DOÑA JOSEFA……………..MADRE DE VANESA

SALVADOR…………………EL POLITICO

UN MOZO

Alberto era la mano derecha de un un importante funcionario político. Había tenido varios trabajos anteriores. El ultimo, portero en un boliche…por no decir pato vica. Pero cuando conoció al funcionario su suerte cambio.

También cambió para “Vanesa” quien en realidad se llamaba “Balsamia”, gracias a su abuela italiana que insistió en que ese fuera su nombre. La niña había nacido un 27 de octubre, y en un almanaque italiano ese día era: Santa Balsamia. ¡No tuvo mejor idea que mirar en el almanaque italiano!!!

Para todo el mundo su nombre según ella, Vanesa. Su documento era otra cosa.

Ayudaba a una peluquera, y vivía en una pensión. Como le ponía los ruleros a la dueña de la pensión y le pintaba las uñas, ésta en cambio le hacia la comida.

De Vanesa se podría decir que no era culta, no era fina, ni tampoco ordinaria. No era fea, ni tampoco linda. A pesar de no tener conversación hablaba siempre. Lo único que le importaba eran las propinas que las clientas le dejaban.

Su novio Alberto, meses después que comenzó a trabajar con su amigo político principalmente como chófer, le pidió a Vanesa que se casaran. Para Alberto no fue una carga el hijo que ella había tenido a causa de un desliz, en una noche de carnaval.

Alberto pasó del barrio pobre al country, y Vanesa de la humilde pensión lo mismo… Al barrio privado.

Por un tiempo mantuvieron las mismas amistades. Pero… era incomodo viajar al barrio Privado, además ellos tenían que codearse con sus nuevos vecinos.

PRIMER ACTO.

(La acción transcurre en el moderno comedor, de la casa que han comprado. Al costado se encuentran unos sillones, una mesita con el teléfono, algunas plantas de interior. En el centro la mesa.)

La hora del almuerzo era una pesadilla para Alberto, para Vanesa cocinar también lo era.

- Alberto: (Sentado a la mesa con un plato delante suyo) ¡Balsamia!

- Vanesa: (Entra con un yogur en la mano) …querido…¿Qué te pasa?

- Alberto: Nunca me explicaste por que te pusieron ese nombre.

- Vanesa: Locuras… la gente de antes…mi abuela Italiana, como ya sabés nací un 27 de octubre ese día en almanaque italiano decía: santa Balsamia!!!

- Alberto:¡¡¡ Gauchita tu abuela!!!ja, ja…

- Vanesa: ¿Me llamaste para preguntarme eso?

- Alberto: No…Me cansé de comer porquerías. ¿Todos los días tengo que comer las sobras?

- Vanesa: ¿Que querés, que tire la comida?

- Alberto ¡No soy el perro! Además trabajo para comer bien. Bueno… ¡El balanceado del perro es mejor que esto!

- Vanesa; Lo que pasa es que Cachito salió con sus amigos y me sobra toda la comida. Con la cuestión del tenis…Se cuida, no come…Además mi dieta, no me permite comer ciertas cosas.

- Alberto; A mi no me interesa. “Cachito” ya tiene 20 años es momento que se ponga las pilas, que estudie o que labure. Esta todo el día en el club y ni siquiera sabe jugar.

- Vanesa: ¡Siempre te la agarras con el nene! Te En-sa-ñas-Claro… porque no es hijo tuyo.

- Alberto: No digas pavadas, sabes que no le falta nada. Hace lo que quiere…

- Vanesa: Lo mismo sos un desconsiderado…No hay una facultad que le quede cerca…

- Alberto: Bueno ponete las pilas vos también y no me des bazofia para comer.

- Vanesa: Te digo dos cosas Alberto; Isolina hace unos días que no viene, no me acuerdo por que. Además estoy ahorrando para hacerme las lolas.

- Alberto: ¡Estas loca!!! Por eso me das porquerías para comer. Todo recalentado nunca una comida como la gente. ¡Siempre las sobras!

- Vanesa: Bueno mis amigas del gimnasio casi todas ya se las hicieron…Después de todo si ahorro ¿que mal hay en eso?

- Alberto: La hora del almuerzo… ¡Un suplicio!

- Vanesa: Cocinar es un suplicio…Ni siquiera se usar el aparato ese…El microondas…

- Alberto: Mejor me voy, no vale la pena que sigamos hablando estupideces.

- Vanesa: No, todavía no. Me tenés que dejar la plata para el jardinero, y además va a venir el que tiene que pintar la pileta.

- Alberto: ¡Lo único que sabés es pedirme plata!

- Vanesa: Tenemos que vivir a la altura de las circunstancias. Va a hacer un año que vinimos a vivir a este barrio. Me adapté, como vos te darás cuenta. Pero extraño mi pueblo… (Suspirando dice:) Poniéndome a la altura de las otras extraño menos.

- Alberto: ¿A la altura de quien? Aquí nadie es más que nadie…valga la redundancia. Además gano mejor que muchos que se la dan de gran cosa.

- Vanesa: Eras mas dulce cuando tenias la verdulería…Cuando eras pato vica también eras un encanto. Ahora que estas con el político, sos más frío.

- Alberto: Sí, pero bien que te gusta comprarte pilchita, la peluquería, el gimnasio y… ¡Que se yo cuantas cosas más!

- Vanesa: La peluquería…me recuerda a cuando trabajaba en la peluquería…

- Alberto: Sí, con un sueldito roñoso.

- Vanesa: Querido…No seas agresivo. La otra noche nos quedó una conversación pendiente…No se si te acordarás…

- Alberto: No, no me acuerdo.

- Vanesa: Cuando te pedí que hiciéramos una luna de miel, ya que nunca nos permitimos una.

- Alberto: Sabes… Te voy a decir que es posible…Sí.

- Vanesa: ¡Sos un amor! ¿Puedo elegir el lugar que quiero?

- Alberto: Esta bien. Donde quieras…Vos elegís.

- Vanesa: Bueno…Petra…Grecia, o alguna isla…Donde están las tortugas…Galápagos…

- Alberto: ¿¡ADONDE!?...¿Por que no decís Mar del Plata, o Las Toninas? Estas loca…En que me estás hablando….Toma que se me hace tarde… (Le deja el dinero y sale) (Mientras va saliendo dice: ¡Qué delirante!)

- Vanesa (Queda hablando sola) ¡Me parecía raro no pusieras objeciones!….

(Toma el teléfono y llama a su madre)

- Vanesa: Hola mamá… ¿Cómo estás? Te llamo porque el sábado va a hacer un año que vivimos en este lugar y vamos a festejarlo. Y si un brindis, un lunch. ¡Cómo que no vas a venir! ¡Te creo que ningún vestido te entra! Si te la pasas comiendo todo el día. …¿Cómo? La ansiedad… ¿Qué ansiedad? ¡La comida te engorda mamá! La comida! Mañana te paso a buscar y hacemos algunas compras. Chausito, te corto porque están llamando. Un beso.

(Vanesa se dirige a la puerta, y hace pasar a sus amigas de su ex barrio. Marisa y María Pía. María Pía es la dueña de la peluquería donde ella trabajaba.)

- Vanesa: ¡¡¡Chicas!!! …¡Que sorpresa! ¡Marisa, María Pía!... Pasen…pónganse cómodas.

(Las hace sentar en unos sillones muy modernos)

- Marisa: ¡Que linda estas Vanesa! Te sienta bien este lugar

- María Pía: Es cierto, ¡Estás muy linda! Más delgada también…

- Vanesa: Y… sí chicas, en este lugar si no estas bien…Pero extraño la gente del barrio, de mi antiguo barrio, la peluquería…Me gustaba…

- Marisa: ¡Por favor! Este lugar es un paraíso… ¿Cómo vas a extrañar a toda esa chusma. No me vas a negar que era un chusmerio bueno…sigue siendo…

- María Pía: Pero ahora vivís en un country…

- Vanesa: Si…Lástima que en verano no podes dormir la siesta porque están todos los chicos jugando en las piletas gritando…todo el tiempo visto con ropa deportiva., no voy a estar con los tacos entre las plantas y el pastito…Bueno está bien que la ropa deportiva ¡Me cuesta una fortuna! Antes usaba tacos todo el día… ¡Que tiempos! (suspira)

- Marisa: De todas maneras no podes hacer comparaciones. Y ahora que Alberto es importante tampoco necesitas trabajar…

-

Vanesa: No es importante, tiene un sueldo importante. Es la mano derecha de un político. Chofer…que se yo; todo…

-

María Pía: Queríamos preguntarte como vestirnos el sábado a la noche. Como este es un lugar así…

-

Vanesa: ¡Ustedes se visten como quieran! Eso si…traten de ponerse algo lindo.

- Marisa: Esa es la cosa. Vos sabes una en la peluquería… no es tanto lo que se saca. ¡Con la malaria que hay ahora!!! Las mujeres se tiñen el pelo en la casa.

- María Pía: ¡Hay!!!…Es verdad, hasta se cortan el pelo solas, se ponen los ruleros…La gente ya no es como antes. Ahora no sacarías las propinas que sacabas…

- Vanesa: No se preocupen, y no exageren. Tampoco hay que venir de gala. Normal chicas como cuando salíamos a bailar.

(En ese momento entra Cachito con una raqueta, vestido con pantaloncitos de tenis y una remera, despeinado transpirado. Se acerca a las amigas de su madre y las saluda con un beso. Ellas se apartan como con asco. Está bastante transpirado)

-

Cachito: Hola…

- María Pía: ¡Querido como creciste! Y en tan poco tiempo…

- Cachito: ¿Cómo están chicas? ¿Todo bien?

- Marisa: Todo bien… Bueno… Todo bien…todo bien; no

- Cachito: ¿Por qué?

- Marisa: Me enojé con mi novio…Vivíamos juntos…

- Vanesa: ¡Hay nena! Esa es una suerte… ¡Era más feo el pobre, que agarrarse

Los dedos con una puerta!

- Marisa: El amor es ciego…

- María Pía: Lees mucha novela vos… ¡Que amor ciego!

- Vanesa: ¡No seas tan dura Mary Pi!

- Marisa: Cuando uno se enamora sabe como son las cosas! Ay… (Suspira)

- Cachito: Hay que tener dos novios. Te enojas con uno te queda el otro…

- Vanesa: Nene!!! No me parece un consejo sano…

- Cachito: Súper sano mamá.

(Vanesa se levanta del sillón y se dirige hacia una puerta, se supone que es la cocina)

- Vanesa: Chicas les voy a preparar un tesito.

- Marisa: Te acompaño. Y te doy una mano.

(María Pía y Cachito se quedan conversando en el comedor)

- María Pía: Tuve que morderme la lengua para no reírme cuando le dijiste a Marisa que tenia que tener dos novios-

- Cachito: Estuve mal…Soy un bruto.

- María Pía: ¡No! Que mal…No se como hizo para conseguir uno… va a tener dos…

- Cachito: ¿Por qué? ¿Tan seria es?

- María Pía: No es tan seria… ¡Es tan amarga!

- Cachito: Pobre… No me dí cuenta…

(Vuelven Vanesa y Marisa trayendo una bandeja con unas tacitas para el té Mientras toman el te conversan)

- Vanesa: Perdón Mary Pi. Bueno… Pero te dejé bien acompañada.

- Marisa: ¿De que hablaban?

- María Pía: ¡Que curiosa! ¡De libros!...

- Marisa: Apropósito…Cuantos tomos de La Odisea que tenes. ¡Y que hermosa encuadernación!

- Vanesa: ¡Hay…Sí! Les digo un secretito… Los puso el decorador. Son los lomos… Huecos, como cajas. No tienen nada adentro…

- Marisa: ¿Sin páginas?

- Vanesa: Tal cual…

- María Pía: No entiendo nada… ¿Y para que te sirven si no tienen páginas?

- Vanesa: De adorno. Queda fino…El estatus….

- Marisa: ¡Que locura! Yo tendré veinte libros pero los tengo para leerlos.

- María Pía: ¡Yo tengo como doscientos y me los releí a todos!

(Cachito se dispone a abandonar el comedor)

- Cachito: Las saludo… Me voy a dar una duchita.

(María Pía y Marisa lo saludan al mismo tiempo chau querido nos vemos el sábado.

- Marisa: me parecen que están llamando

- Vanesa: Debe ser el jardinero le tengo que pagar. Aguárdenme un segundito.

(Vanesa sale, Marisa y María Pía murmuran entre ellas)

- María Pía: ¿Te diste cuenta? ¡Libros de adorno!...Eso si que no me lo esperaba. No sabía que existieran…

- Marisa: Y si nunca leyó en su vida. Algún libro en la primaria no más…

- María Pía: Además no sabe como hacer con las manos para que se le vean los anillos… Ahora que tiene joyas…

- Marisa: Se puso bastante perfume…Pero del bueno…El importado…

- María Pía: Mutis… que viene…

- Vanesa: Perdonen chicas. Tuve que pagarle al jardinero, además le encargué algunas plantas de interior para el sábado.

- María Pía: Justamente estábamos comentando que buen gusto tenes para la casa…

- Marisa: Hermosa, realmente hermosa…tu casa.

- Vanesa: Gracias chicas. Me alegra que les guste. Me costó al principio adaptarme, al barrio, a la gente…

- María Pía: ¡Que salto querida! ¡De la pensión al Country.

- Marisa: Mejor nos vamos…. Y nos vemos el sábado.

- Vanesa: Gracias chicas por venir Y díganle a Zulma que venga, yo la llamé por teléfono pero, estaba indecisa.

- María Pía: ¿La dueña de la pensión?

- Vanesa: Sí ella.

- Marisa: Esta bien…Le decimos

(Las tres se saludan. Marisa y María Pía se dirigen a la salida)

Telón.

SEGUNDO ACTO

(El mismo comedor decorado con plantas. Se escucha música de fondo. Hay ambiente de fiesta. Todos vestidos elegantemente. Se ve a un mozo con una bandeja. En un ángulo Alberto conversa con un grupito de personas, en el que está el político Salvador) Vanesa y una señora mayor que es su madre están junto a María Pía y Marisa. Grupos de personas entre los que se encuentra Cachito que ríen y conversan. En el centro hay una mesa servida. Es hacia donde se dirigen los personajes cuando dialogan mientras se sirven)

- Vanesa: Viste mamá, no querías venir pero la estás pasando bien.

- Josefa: (Madre de Vanesa) Pensé que la gente sería…Sería fruncida… Que querés que te diga.

- Vanesa: ¡Pero mamá!…A mis reuniones invito a la gente que me quiere, y que quiero…La gente es macanuda aquí…Bueno… No todos.

- Josefa: ¡Quien iba a decir nena! Vos que vivías pendiente de la peluquería…Y de las propinas. Hoy estás como en un cuento de Hadas.

- Vanesa: No me puedo quejar… ¡Pero a veces estoy tan aburrida!

- María Pía: Deberías presentarle el político a Marisa.

- Vanesa: ¡Estás loca! Quedaría como la mona yo…El es un hombre fino…

- Marisa: ¿Hablaban de mí?

- María Pía: Sí. Le decía a Vanesa, que lindo le queda ese vestido a Marisa…

- Marisa: ¡Les gusta! Me lo prestó mi hermana…¡Tu vestido es hermoso! Vanesa.

- Vanesa: Es un Armani, elegí algo sencillo. Estaba por ponerme un Donna Karans, o Calvin Klein, o un Ralph Lauarens, que compré cuando viajamos a Europa por negocios de Alberto…

- Marisa: Hummm...… ¿Lo pagaste mucho?

- Vanesa: ¡Querida! No te voy a decir que no…es costoso, pero los gustos se dan en vida…

(Se acercan Alberto y el político)

- Alberto: Doña Josefa, chicas les presento a Salvador.

- Salvador: Encantado señora, señoritas es un placer.

- Vanesa: Espero te encuentres a gusto Salvador…

- Salvador: Tendrías que hacer reuniones mas seguido…

- Vanesa: Espero que sí.

- Salvador: Hagamos un brindis, la próxima semana con tu marido tenemos que cerrar tratos importantes. Se acercan las elecciones…

(Brindan, Alberto, Salvador, Doña Josefa, Marisa, María Pía, y Vanesa. Las mujeres se dirigen hacia un grupito de personas. Alberto y el político continúan hablando)

- Salvador: Esto es importante para tu carrera muchacho…

- Alberto: Me preocupa dejar a Vanesa esos días sola...No tiene muchas amigas aquí.

- Salvador: Pero está el hijo, puede venir la madre…

- Alberto: El pibe no está nunca. Y la madre…

- Salvador: Sabés Alberto que sos mi hombre de confianza. Esto es importante, Tu trabajo, es tu trabajo. Nunca lo olvides; El trabajo es el trabajo… ¿Te me estás poniendo viejo che?

- Alberto: ¡No! Salvador no…Podés contar con migo siempre. Nunca tuvimos problemas. Ni los vamos a tener…

- Salvador: Es bueno escucharte hablar así. Además tu mujer que más quiere que le des unos días de vacaciones…Digo se libera de tu presencia cuatro días!!!

(Se acercan a saludar doña Josefa, Marisa y María Pía, se retiran de la fiesta)

- Alberto: ¿Ya se van?

- Doña Josefa: Tenemos un buen trayecto…Y no conviene andar tan tarde.

- Salvador: Pero señora!!! Se quedan un rato más y se van de día…

- Marisa: Gracias, pero no. Tengo que manejar…Y cansada no me gusta…

- María Pía: ¿No habrás tomado mucho no?

- Marisa: No tomé ni una gota de alcohol.

- Vanesa: Bueno, bueno…Igual nos vemos en cualquier momento. Mamá, mañana te llamo. Chicas gracias por venir.

(Vanesa las acompaña a la salida. También se retiran otros invitados)

- Salvador: ¡No me di cuenta!!! ¡Que hora! Mañana entonces jugamos el partidito de tenis Alberto, y seguimos hablando…

- Alberto: Sí perfecto Salvador. Tenemos que ultimar detalles…

- Salvador: Esa es la palabra…Justamente…Además de despejar la mente con un buen partido de tenis.

- Alberto: Muy bueno jugando al tenis no soy, pero…

(Salvador se retira y lo acompañan a la salida. Para ese momento todos los invitados se han retirado. Quedan Vanesa, Alberto y Cachito, van hacia el sillón)

- Cachito: Estuvo muy lindo todo ma…lo organizaste bien…

- Alberto: Yo también me moví Cachito…puse mi granito de arena, además de toda la platita…

- Cachito: ¡Esta bien! Que susceptible… Ya se que pones toda la platita para todo…

- Vanesa: Déjense de hacer juego de palabras…Estuvo todo muy bien y punto.

- Alberto: Voy a dormir, tengo el partido de tenis a las once de la mañana.

- Vanesa: Con todo lo que tomaste… ¡Ni la raqueta vas a ver!...

- Alberto: ¡No exageres! Ah… ¿Viste mi remera blanca?

- Cachito: Chau… hasta luego me voy a dormir… (Saluda a su madre y a Alberto)

- Vanesa: Hasta luego querido…

- Alberto: Si viste mi remera blanca te pregunté…

- Vanesa: Remera…Remera… ¿Qué remera?

- Alberto: La que me trajo el Tano de Italia…

- Vanesa: Ah!!! La Armani

- Alberto: La misma, hace dos días que no la encuentro.

- Vanesa: La usó Cachito…

- Alberto: ¿Qué? También me usa la ropa?

- Vanesa: Bueno me preguntó si se la podía poner…para ir a bailar.

- Alberto: ¿Está lavada por lo menos?

- Vanesa: Me temo que no…Con todo esto de la fiesta…Estuve ocupada.

- Alberto: (Enojado) ¡No entiendo por que tiene que ponerse mi ropa!

- Vanesa: Sabes como son los chicos…Le gusta tanto…que se la presté.

- Alberto: No, no sé como son los chicos…Son como se les permite que sean.

- Vanesa: ¡No es para tanto! Frivolidades…Pura frivolidades… Ahora la lavo y se te seca enseguida…

- Alberto: Me gustaría saber… ¿Qué pasaría si yo tuviese una hija y te usara la ropa?

- Vanesa: ¡Lo único que falta es que escribas una novela!

- Alberto: Me voy a dormir…

- Vanesa: Yo también…

(Se apagan las luces)

TELON

TERCER ACTO.

(Diez días después. El mismo decorado. Alguna silla. Sin la mesa. Vanesa en el sillón habla por teléfono)

- Vanesa: Sí, mamá como lo oís. El político se tomó el avión… se fue. Las cosas no salieron como él quería…No, no tengo idea. Ni en que chanchullos andaba. No sé que va a pasar ahora.

(Entra Alberto tira el saco en el sillón y se sienta)

- Alberto: Al final ese turro, como se destapó la olla se fue.

- Vanesa: Sí pero gracias a ese turro, vivíamos bien. ¿Ahora que? ¿Qué se supone? ¿Que tengo que buscar trabajo?

- Alberto: ¿Qué tiene de malo? ¿Acaso no trabajabas en la peluquería?

- Vanesa: No puedo volver a la peluquería…vos lo dijiste…Trabajaba…

- Alberto: Tenes una buena amistad con María Pía… No veo por que no podes trabajar de nuevo con ella.

- Vanesa: ¿Te volviste loco? ¿No te das cuenta que sería humillante?

- Alberto: Tengo amistades, algo voy a conseguir.

(Entra Cachito)

- Cachito: Me enteré Alberto… ¡Que macana! Justo había encontrado un buen colegio, que no estaba muy alejado de aquí.

- Vanesa: Nadie dice que no vas a poder ir.

- Alberto: ¡Claro!… ¡Total el burro de Alberto se puede deslomar para que los señores vivan bien!

- Cachito: Puedo trabajar y estudiar…

- Alberto: Puede ser que se produzca un milagro…

- Vanesa: ¡Al final sos patético!…Podes encontrar algo bueno. Tenes gente conocida. ¡Siempre ensañándote con el chico!

- Cachito: Tengo un amigo que puso un negocio. En una de esas…Yo con mis amistades, Alberto con las suyas…

- Alberto: Lastima que las amistades a veces en las malas dejan de ser amistades…

- Cachito: Me voy a cambiar. Tengo un partido de tenis. (Sale)

- Vanesa: No te deprimas, las cosas van a salir bien…

- Alberto: La que se va a deprimir sos vos…Ustedes parece que todavía viven en la nube…

- Vanesa: ¡¡¡Siempre con tu mal carácter!!! Dijiste que tenías gente amiga…

- Alberto: Sí. Puede ser...

- Vanesa: Pensás que tendremos que mudarnos?

- Alberto: Es probable…

- Vanesa: ¡Es humillante! De la noche a la mañana…No sé que voy a hacer…

- Alberto: En una de esas laburar…Me voy tengo una entrevista por trabajo

- Vanesa: Recién llegaste…Pero que tengas suerte…De la buena…

(Alberto sale Vanesa toma un jarro y le echa agua a las plantas. Unos segundos después llegan Marisa y María Pía.)

- María Pía: ¡Pero querida ayer cuando me llamaste no lo podía creer!!!

- Vanesa: Parece una maldición…Empezaba a adaptarme…

- Marisa: Adaptarse para abajo es más difícil…

- Vanesa: ¿Qué querés decir?

- Marisa: ¡Querida! A la buena vida no es difícil adaptarse…Lo difícil es cuando te acostumbras a lo bueno…y de repente…

- Vanesa: Gracias por levantarme el ánimo…No fue fácil para mí, sonreír todos los días a estas del barrio que se la dan de grandes señoras…ni conversar con las esposas de los amigos de Alberto…Nada fácil.

- María Pía: Yo te entiendo querida…Me parece Marisa que se te fue la mano…

- Marisa: En todo caso me fui de boca…No lo quise decir con maldad…De verdad, lo dije con onda…

- Vanesa: La cosa es que no se tampoco si podría volver a la vida que hacia antes…Estoy segura que no…

- María Pía: La cosa está difícil hoy en día…

- Vanesa: Encima estoy metida en un berenjenal…

- Marisa: ¿Berenjenas con que?

- Vanesa: Quiero decir en problemas de difícil solución…

- María Pía: Viste Marisa, si te mudas a un barrio como este hablas en difícil…

- Vanesa: ¡No chicas! ¡La tarjeta de crédito! La tengo al rojo vivo….

- Marisa: Claro, no podías adivinar que Alberto se quedaba sin trabajo.

- María Pía: En una de esas Cachito encuentra un trabajo, si vos conseguís también algo…safan y no se tienen que ir de aquí.

- Marisa: Cambiando de tema… ¿Qué tal es la relación entre Alberto y Cachito?

- Vanesa: Ni del todo malas… Ni del todo buenas…

- María Pía: Y… ¿Al padre de Cachito lo volviste a ver?

- Vanesa: ¡No! Nunca más…Eso fue un desliz en una noche de carnaval….

- Marisa: Eso sí es romántico….

- María Pía: ¿Romántico? Vos si que tenés la cabeza como los libros de Vanesa!!!

- Vanesa: (Acongojada) Es terrible no saber que va a pasar con la vida de uno…Esta incertidumbre…Me mata.

(Llaman. Vanesa sale para atender y entra con su madre)

Doña Josefa: ¡Querida! Ni bien me llamaste traté de venir. Por lo menos un apoyo moral.

- Vanesa: Gracias mamá. Verlas me hace bien-

- Marisa: En las malas se ven las buenas amistades…

- Doña Josefa: ¡Lástima que una se siente con una impotencia!…de alguna manera, solución tiene que haber. De última te venís a vivir a mi casa.

- Vanesa: ¡No! ¡No! te agradezco pero no…No hay lugar en tu casa. Seriamos muchos…

- Doña Josefa: Tengo unos ahorros….Si de algo te pueden ayudar…

- Vanesa: (Como llorando) ¡ay mamá! Yo te agradezco tanto tu buen corazón. Pero solo para pagar mi tarjeta…tendría que vender el auto…

(Entra Alberto)

- Alberto: ¿Se murió alguien?

- Vanesa: ¿Por qué decís eso?

- Alberto: ¡Tienen una cara de velorio!…Todas acongojadas aquí… ¿Qué Pasó?

- Vanesa: ¡Que paso! ¡Que paso! Sabes muy bien que pasó.

- Alberto: Todo tiene remedio…Menos la muerte…

- Vanesa: (Mirando hacia otro lado) Todo tiene remedio…Menos mi tarjeta…

- Alberto: Conseguí trabajo… ¿Qué dijiste de la tarjeta?

- Vanesa: (Abrazando a Alberto) ¡Nada! Nada… ¡Me devolves el alma al cuerpo! ¡Que contento se va a poner el nene!

- Doña Josefa: ¡Viste querida! ¡Que marido tenes!

(Marisa y María Pía a dúo) Lo felicitamos Alberto…

- Vanesa: Y… ¿Donde conseguiste el trabajo?

- Alberto: Con Don Pepe…

- Vanesa: ¡Con Don Pepe!... ¿Pero no es de la oposición?

- Alberto: Y…Sí…Es de la oposición.

- Vanesa: Eso no es ético… Aunque pensándolo bien…Salvador te dejó plantado… ¡Hiciste bien querido! ¡Muy bien!...Ya no tendremos que mudarnos…

- Alberto: Disculpen voy a tomar un vaso de agua- (Sale)

- Vanesa: ¡¡¡Safe con la tarjeta!!!

- Doña Josefa: ¡Esto merece un festejo!

- Vanesa: Por supuesto!!! Mamá cocínate algo rico…Ustedes chicas se quedan...

(Entra Alberto con un vaso y en ese momento llega Cachito)

- Cachito: Bueno…Bueno…Bueno… ¿Qué está pasando? ¡Mucho jolgorio!

- Vanesa: Pasa que Alberto es un genio…Consiguió trabajo…

- Cachito: ¡Que buena noticia!!! ¿Adonde el trabajo?

- Alberto: Con Don Pepe…

- Cachito: ¿El enemigo numero uno de Salvador?

- Alberto: Así son las cosas…

- Vanesa: No quiero pensar que cara pondrá Salvador cuando se entere…

- Alberto: Ninguna cara. Su lema era: “El trabajo…Es el trabajo”….

TELON FINAL